El clima condiciona en gran medida el crecimiento de los árboles y las características de la madera que proporcionan, por lo que una forma común de catalogar las maderas es según su procedencia.
En climas fríos y templados, por ejemplo, en el norte de Europa, las variaciones de temperatura y de pluviosidad varían mucho de invierno a verano. Los árboles que crecen en estas zonas se pueden dividir en frondosos, que dan lugar a maderas duras, y en coníferas, que generan maderas blandas. De estas dos variedades ya hablamos en nuestro blog: “Tipos de maderas según su dureza”.
En este artículo nos vamos a centrar en las maderas que se obtienen en climas tropicales de regiones como América del Sur, África y Sur de Asia. En estas áreas el calor y la humedad son más constantes durante todo el año, por lo que los árboles crecen desarrollando troncos altos, fuertes y homogéneos. De ellos se obtienen maderas nobles muy apreciadas, conocidas como maderas exóticas y tropicales.
Características de las maderas tropicales
- Son muy densas y compactas, por lo que se las cataloga también como maderas duras.
- Debido a que crecen mucho en altura, buscando la luz en la densidad de la jungla, generan pocos nudos y su aspecto es más homogéneo.
- Tienen un alto contenido en aceites, lo que aumenta su durabilidad a la intemperie.
- Ofrecen una variedad de colores más amplia que las maderas de zonas templadas.
- Son muy resistentes a la humedad y al ataque de hongos e insectos xilófagos.
- Debido a que hay que exportarlas de regiones exóticas tienen un coste más elevado.
- Algunos ejemplos son la caoba, el ébano, el iroko, el ipé o el wengué.
Usos de las maderas tropicales
- Por su resistencia, son ideales para muebles de jardín y tarima a la intemperie, expuestos a condiciones de lluvia, humedad y radiación solar intensa.
- Por su belleza, son muy apreciadas para ebanistería y muebles de calidad.
Mantenimiento de las maderas tropicales
- Es importante protegerlas de la deshidratación, en especial en climas muy secos. Con el tiempo, estas maderas pierden los aceites naturales que dan flexibilidad y protección a sus fibras. Un mantenimiento periódico ayuda a reponer estos aceites, evitar el resecamiento y la pérdida de color.
- Cuando se aplique un producto protector, se recomienda dar siempre manos muy finas. Al ser maderas densas, tienen poca porosidad y la absorción es menor.
- Los productos idóneos para su mantenimiento son los lasures a poro abierto, que no crean película, penetran en profundidad y protegen desde el interior, y los aceites para teca, que nutren y conservan la madera.
Las maderas exóticas o tropicales destacan por su alta resistencia, pero no debemos olvidar un cuidado estacional para mantener su belleza y sus propiedades.