Madera de exterior y jardín
Productos para muebles de exterior
Cómo proteger la madera exterior
Los muebles o construcciones de madera en exteriores están expuestos a condiciones climatológicas que paulatinamente van a ir debilitando su estructura y degradando su color original.
Para proteger la madera de la lluvia, humedad, rayos U.V. o cambios de temperatura, se recomienda usar siempre productos específicos para exteriores. Aquellos que indican en su etiquetado “uso interior” son menos resistentes a la intemperie y su capacidad protectora es inferior.
La clave de la protección en exteriores es tener un mantenimiento regular. Esta regularidad dependerá del grado de exposición, del producto empleado y del tipo de madera a tratar. Hay que seguir siempre las instrucciones de aplicación y consultar con el fabricante ante cualquier tipo de duda.
Con el tiempo, una madera de exterior que no lleve ningún tipo de protección envejecerá prematuramente, se debilitará y perderá su belleza natural.
Unas recomendaciones básicas para aplicar los protectores para exteriores son:
- La superficie debe estar siempre limpia y seca.
- Aplicar los productos en las condiciones adecuadas, evitando en lo posible hacerlo con temperaturas extremas o con una elevada humedad ambiental.
- Usar los instrumentos adecuados para cada tipo de producto, según se indique en la etiqueta del envase.
- Respetar los tiempos de secado y repintado.
Barnizar madera para exterior
El uso de barniz como protector de madera exterior requiere de una atención especial a la técnica de aplicación, así como de un mantenimiento más elaborado.
- No hay que aplicar barnices en maderas que ya contengan una capa previa que esté en mal estado o mal adherida. En estos casos, se aconseja eliminarla completamente mediante lijado o decapado.
- Si aplicamos varias manos de barniz, se recomienda lijar suavemente entre capa y capa para mejorar la adherencia entre ellas y evitar que se descamen prematuramente.
- Durante el secado, evitar realizar cerca otras actividades que levanten polvo, serrín o suciedad que pueda adherirse a la superficie.
Aunque el uso de barnices requiere de un poco más de técnica o paciencia que otros productos, su durabilidad los hace ideales para mantener la belleza de las maderas de exterior durante muchos años.