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Los muebles de madera son una inversión que puede durar muchos años si se cuidan correctamente. Con la llegada del otoño y el invierno, es crucial protegerlos de las inclemencias climáticas que pueden dañar su estructura y belleza. El frío, la humedad y los cambios bruscos de temperatura son los principales enemigos de la madera en esta época del año. Aquí te ofrecemos una guía detallada para garantizar que tus muebles se mantengan en perfecto estado durante los meses más fríos.

 

1. Limpieza profunda antes de guardarlos

El primer paso en el proceso de preparación para el otoño e invierno es una limpieza profunda. Durante el verano, el polvo, la suciedad y los restos de polen pueden acumularse en los muebles, lo que podría dañarlos si no se eliminan a tiempo. Antes de guardarlos o protegerlos, asegúrate de que están completamente limpios.

Para limpiar tus muebles de madera, utiliza un limpiador suave específico para este material, como los disponibles en Promade, que eliminan la suciedad sin dañar las superficies. Limpia con un paño de microfibra o algodón, que no suelte pelusa, y asegúrate de eliminar cualquier rastro de polvo o suciedad acumulada. Es fundamental evitar productos químicos agresivos que puedan debilitar las fibras de la madera.

Consejo adicional: Asegúrate de secar bien los muebles después de la limpieza, ya que cualquier resto de humedad puede ser perjudicial cuando se almacenen.

2. Aplicación de lasures y aceites para nutrir la madera

Una vez que los muebles estén completamente limpios y secos, el siguiente paso es nutrir la madera. El otoño y el invierno son estaciones en las que la madera puede resecarse y agrietarse debido a los cambios de temperatura y los niveles de humedad. Para prevenir estos daños, es aconsejable aplicar una capa de lasures o aceites para madera.

Estos productos no solo ayudan a nutrir la madera, sino que también actúan como una barrera protectora contra los elementos, como la humedad y el frío. Un buen lasur o aceite penetra en profundidad en las fibras de la madera, protegiéndola desde el interior. Los productos de Promade son ideales para este propósito, ya que ofrecen una protección duradera y respetan el aspecto natural de la madera.

3. Protección contra la humedad

La humedad es uno de los mayores enemigos de la madera durante el otoño e invierno. El exceso de humedad puede causar que la madera se hinche, se deforme o, en el peor de los casos, aparezca hongos. Para evitar esto, es fundamental proteger los muebles contra la humedad, especialmente si se van a almacenar en exteriores o en lugares con poca ventilación.

Si tus muebles permanecerán al aire libre, una opción efectiva es cubrirlos con fundas transpirables. Estas fundas permiten la circulación del aire y evitan que se acumule humedad en el interior, a diferencia de los plásticos que retienen la humedad y pueden propiciar la aparición de hongos. Busca fundas impermeables pero transpirables que cubran bien los muebles y les brinden protección contra la lluvia y la nieve.

4. Cuidado con los cambios bruscos de temperatura

Otro de los problemas más comunes durante el invierno es la fluctuación de temperatura, especialmente en interiores con calefacción. La madera es un material natural que responde a los cambios de temperatura, expandiéndose o contrayéndose según el entorno. Estos cambios pueden provocar que la madera se agriete o deforme.

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Para evitar daños, es ideal almacenar los muebles en lugares donde la temperatura se mantenga lo más estable posible. Si los guardas en un garaje o sótano, asegúrate de que estos espacios no tengan cambios bruscos de temperatura o, al menos, que no estén expuestos a fuentes directas de calor como radiadores o chimeneas. Si no puedes mover los muebles al interior, asegúrate de aplicar una capa adicional de barniz protector diseñado para soportar temperaturas frías.

5. Almacenamiento adecuado

Si tienes la posibilidad de almacenar los muebles en interiores, este es sin duda el mejor lugar para protegerlos durante los meses fríos. Los garajes, sótanos o trasteros son opciones comunes, pero asegúrate de que los muebles no estén en contacto directo con el suelo, ya que esto podría permitir que absorban humedad.

Colocar palets o bloques bajo los muebles puede ayudar a mantenerlos elevados y evitar el contacto con superficies frías. También es importante asegurarse de que el lugar donde se guardan los muebles esté bien ventilado, ya que el aire estancado puede causar problemas de humedad.

Si no puedes almacenar los muebles en interiores, es imprescindible usar una capa de protección adicional como un barniz para exteriores. Estos barnices crean una capa protectora sobre la madera, sellándola de los efectos del agua y la humedad. Los barnices de alto rendimiento de Promade son una excelente opción para proteger los muebles que se quedan al aire libre.

6. Revisiones periódicas y mantenimiento

Aunque hayas tomado todas las precauciones para proteger tus muebles, es recomendable realizar revisiones periódicas durante el invierno. Las condiciones climáticas pueden cambiar rápidamente, y es mejor detectar cualquier problema lo antes posible para evitar daños mayores.

Revisa los muebles cada pocas semanas para asegurarte de que no hay señales de humedad, hongos o grietas. Si encuentras pequeñas fisuras o daños, puedes repararlos fácilmente con masillas reparadoras o aplicar una capa adicional de barniz o protector. Este mantenimiento regular te permitirá mantener tus muebles en buen estado y prolongar su vida útil.

7. Consejos adicionales para el cuidado de la madera

      • Evita la exposición directa al calor: Los cambios bruscos de temperatura pueden dañar la madera. Asegúrate de que los muebles almacenados en interiores no estén cerca de fuentes de calor, como radiadores o chimeneas.

      • Renueva la protección anualmente: Es una buena práctica aplicar aceites, lasures o barnices al menos una vez al año, preferiblemente antes de la temporada invernal. Esto garantizará que la madera esté siempre protegida contra las inclemencias del clima.

      • Almacenamiento en lugares ventilados: Siempre que sea posible, guarda los muebles en espacios donde el aire pueda circular libremente. Esto ayudará a prevenir la acumulación de humedad y evitará la formación de hongos.

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    El otoño y el invierno pueden ser estaciones desafiantes para los muebles de madera, pero con los cuidados adecuados, puedes asegurarte de que se mantengan en perfectas condiciones año tras año. Limpiar, nutrir y proteger los muebles con productos de calidad es clave para preservar su belleza y funcionalidad.

    Explora nuestra gama de limpiadores, aceites, lasures y barnices en Promade y dale a tus muebles la protección que necesitan durante esta época del año.